Madrid, a 14 de octubre de 2020
A la atención de:
Dña. Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid,
D. José Luis Martínez Almeida, alcalde de Madrid,
D. Enrique Ossorio Crespo, consejero de educación de la CAM,
Con copia a:
Dña. Coral Báez Otermín (Directora Área territorial DAT Madrid)
D. Alberto Serrano Patiño (Concejal Presidente Latina)
FAPA Giner de los Ríos
Las asociaciones de madres, padres y familias de los 17 colegios públicos del Distrito de Latina y
Carabanchel (Madrid) abajo firmantes, queremos manifestar nuestra preocupación por la situación
socio-sanitaria que viven nuestros hijos e hijas en los colegios de nuestro distrito, y nuestra profunda
indignación por lo que consideramos una dejación absoluta de las obligaciones que, tanto la
Comunidad como el Ayuntamiento de Madrid, tienen con la educación pública y la infancia de
nuestra ciudad.
En primer lugar, queremos poner de manifiesto nuestra indignación por la tardía respuesta de las
administraciones a la crítica situación en la que nos encontramos, que ha sumido a las familias de
nuestros colegios en un desconcierto y preocupación permanentes. Pese a que la situación se
preveía iba a ser crítica desde el final del curso anterior, no fue hasta finales del mes de agosto, unos
días antes del comienzo del curso escolar, que se empezaron a tomar las primeras medidas para
hacer frente a esta situación. Desde entonces y hasta ese momento, las familias de niños y niñas
escolarizados en nuestra región no han recibido información clara, veraz y honesta sobre las
medidas que las administraciones iban a tomar para asegurar la salud de nuestros hijos e hijas y sus
familias. Los cambios de criterio y los vaivenes constantes de la CAM hacen que las familias nos
sintamos inseguras y desprotegidas en este momento tan delicado.
La reducción del ratio en las aulas (de 25-28 alumnos a 20) es a todas luces insuficiente para proveer
de un entorno seguro a los niños y niñas de la región. El alto número alumnos y alumnas confinados
por detección de casos positivos en sus aulas así lo demuestra. La falta de espacios adecuados para
albergar las nuevas clases (que se están impartiendo en gimnasios, bibliotecas, salas de
audiovisuales, tutorías, aulas de plástica y música, salones de actos, comedores y salas de
profesores) y la necesidad de crear grupos mixtos con niños y niñas de diferentes niveles, no hace
más que poner de manifiesto la incompetencia de las autoridades educativas y de los responsables
de los espacios educativos, que no han sido capaces de dar una respuesta efectiva a esta situación.
Sin los espacios adecuados, el mantenimiento de las medidas higiénicas necesarias se hace
imposible. Los recortes en los fondos dedicados al mantenimiento de los centros y la paralización
de la obras en marcha no hacen más que empeorar una situación ya lamentable, con docenas de
centros obsoletos en los que las acciones de mantenimiento y las reformas son escasísimas, y solo
se producen cuando existe un riesgo inminente para la seguridad del alumnado. Los lugares
habilitados como aulas, además, están faltos de material moderno y seguro (mesas, sillas, pizarras
digitales, etc.). Tanto las aulas habituales como los nuevos espacios carecen de filtros que aseguren
la seguridad del espacio una vez que la llegada del frío impida el mantenimiento de las ventanas
abiertas como se está haciendo actualmente.
La falta de personal es uno de los problemas crónicos de la educación pública en nuestra región. Los
refuerzos del personal de limpieza, que juega un papel fundamental en el mantenimiento de unas
condiciones higiénicas seguras para niños y niñas, llegan con casi un mes de retraso. Queremos,
ahora más que nunca, agradecer la dedicación y profesionalidad del personal de limpieza de
nuestros colegios, y mostrar nuestra solidaridad con un colectivo precarizado e ignorado que
salvaguarda en gran medida la salud de nuestros hijos e hijas. El personal de servicios se enfrenta
también a una situación excepcional (con múltiples entradas y salidas y la necesidad de un control
escrupuloso de las personas que entran y salen de los centros) y requiere de refuerzos inmediatos.
La situación es especialmente crítica en los comedores escolares, en los que se necesita de forma
urgente un refuerzo en el personal para atender de forma adecuada a los grupos burbuja y
mantener las condiciones higiénicas imprescindibles. Con ratios de hasta 30 niños/as por
monitor/as, los refuerzos que se han llevado a cabo han corrido a cargo de las empresas
concesionarias de los servicios de comedor, y las trabajadoras de los comedores están desbordadas.
Además, el desdoble en los turnos de comedor hace que niños y niñas de primaria tengan que comer
a las 3 de la tarde, en un horario obviamente inapropiado para la infancia.
Igualmente, las bajas de profesoras y profesores deben cubrirse de forma inmediata, para evitar un
absentismo forzoso que ya está afectando a muchos niños y niñas en nuestros colegios. La inmensa
mayoría de los centros de nuestro distrito carece de personal sanitario en los centros (enfermeras
escolares). La situación actual es el contexto perfecto para reforzar de forma significativa estas
figuras en los centros públicos. Por otra parte, se ha descuidado la atención especial que requieren
los colectivos más vulnerables, como los niños y niñas con necesidades educativas especiales o que
acuden a aulas TEA o los/as alumnos en situaciones de riesgo, que pueden sufrir de forma
especialmente dolorosa esta situación excepcional. Otras medidas obvias, como el corte parcial de
las calles o la colaboración de la policía municipal para evitar las aglomeraciones a las puertas de los
colegios, tampoco se han llevado a cabo.
Los confinamientos parciales, agravados por las demoras en la obtención de los resultados de PCR,
suponen un perjuicio escolar (y muchas veces económico) para los/as niños/as y sus familias.
Exigimos por ellos las medidas necesarias para evitar estos confinamientos en la medida de lo
posible, y la puesta en marcha inmediata de ayudas económicas y sociales que permitan a las
familias afectadas hacer frente a esta situación. Cuando a un niño o niña se le hace una PCR y tardan
11 días en darle los resultados ocurre que, en el caso de estar enfermo, sus compañeras/os siguen
manteniendo contacto en la clase sin saber si hay más personas afectadas, y, en caso de no estarlo,
les priva de diez día de colegio de forma innecesaria. En ocasiones, una vez llega el resultado ya no
hace falta confinar a la clase ya que ha pasado el periodo de confinamiento. Las herramientas
telemáticas que se había prometido para facilitar la docencia online (cámaras web, plataforma
digitales, etc.) no han llegado a nuestros colegios, y nos encontramos, a este respecto, en la misma
situación en la que nos encontrábamos en marzo.
La improvisación de la administración tiene consecuencias muy importantes para el sistema
educativo, los niños y niñas y sus familias. Una parte muy importante de la responsabilidad se ha
dejado en manos de los centros educativos, de las asociaciones de familias, y de los y las
ciudadanos/as particulares. Esto hace que las comunidades educativas tengamos que asumir
responsabilidades que no nos corresponden, como la organización segura de actividades
extraescolares que permitan conciliar la vida laboral y familiar en una situación especialmente
delicada, que requiere de una valoración cuidadosa entre el riesgo de contagio y la necesidad de
prolongar el horario escolar para mantener el trabajo remunerado de madres y padres.
De todos los componentes de la comunidad educativa, las familias son las grandes olvidadas por
parte de las administraciones educativas. La Consejería de Educación no dispone (o no utiliza)
ningún canal específico de comunicación con las familias, y sus cambios de criterio contantes, la
saturación del sistema sanitario, y la improvisación permanente producen en las familias una
inquietud constante. Esta situación de crisis agrava, por enésima vez, las diferencias entre la
educación pública, abandonada e infradotada, y la privada, con fondos propios que les permite
hacer frente a gastos excepcionales. Mientras que las sociedades modernas invierten y mejoran sus
servicios públicos y hacen gala de sistemas educativos y sanitarios públicos que se convierten en el
orgullo de su población, las familias usuarias de los colegios públicos de nuestros distritos asistimos
consternadas al abandono que la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento tienen sometidos a los
colegios, centros de salud y hospitales de nuestros barrios. Esta actitud contrasta enormemente con
la dedicación, profesionalidad y esfuerzo que las maestras y maestros de nuestros colegios están
dedicando a nuestros hijos e hijas, velando por su seguridad, su bienestar y su derecho a la
educación, así como el personal sanitario, que cuida y atiende a la población de Madrid en unas
circunstancias extraordinariamente difíciles. Para ambos colectivos, nuestro sincero
agradecimiento.
Tras lo expuesto anteriormente, las AMPAS firmantes pedimos:
1. Que la consejería de educación informe de forma veraz y directa a las familias de las
medidas específicas tomadas para la salvaguarda de la seguridad de nuestros hijos e hijas
en los colegios públicos de la región.
2. Una redistribución eficaz de espacios allí donde sea necesario, adaptando los espacios
existentes para garantizar unas condiciones adecuadas para la enseñanza, que permita una
reducción eficaz de ratios en condiciones cómodas y seguras con las dotaciones educativas
necesarias. La instalación de aulas prefrabricadas si hace falta.
3. El refuerzo de las plantillas de profesoras y auxiliares en aquellos colegios que lo demanden.
4. La reactivación y refuerzo de las acciones de mantenimiento y mejora de los centros, para
mejorar su seguridad, habitabilidad y comodidad.
5. El refuerzo del personal de los comedores escolares de forma urgente para permitir el
mantenimiento de los grupos burbuja y la habilitación de otros espacios si es necesario, y la
reducción de ratios de número de alumnos por monitor/a, así como el refuerzo personal de
limpieza y conserjes.
6. La incorporación de enfermeras escolares a todos los centros públicos, para realizar una
vigilancia adecuada de la salud de los niños y un plan eficaz de salud comunitaria.
7. La puesta en marcha un plan específico para asegurar la correcta atención a los colectivos
de niños y niñas más vulnerables, incluyendo las necesidades educativas especiales, los
niños y niñas con enfermedades crónicas y los niños y niñas confinados/as con más
dificultades sociales y/o familiares.
8. La colaboración de la policía municipal en las entradas y salidas de los colegios que eviten
las aglomeraciones de personas.
9. La aceleración de la puesta en marcha de las herramientas telemáticas que permitan la
docencia online y aquellas relacionadas con la gestión de los centros y la comunicación con
las familias, y el compromiso de que se garantizará una docencia online adecuada para niños
y niñas confinados/as.
10. Ayudas sociales para las familias afectadas por confinamientos y aquellas que permitan la
conciliación familiar.
11. El refuerzo del sistema sanitario de forma que los resultados de las PCR estén disponibles
en un máximo de 48 horas, para evitar riesgos sanitarios innecesarios en los colegios de la
región.
Atentamente,
Las AMPAS de los Colegios de Educación Infantil y Primaria:
CEIP Amadeo Vives
CEIP Antonio Machado
CEIP Bartolomé Cossío
CEIP Bolivia
CEIP Ciudad de Badajoz
CEIP Costa Rica
CEIP Ermita del Santo
CEIP Francisco Arranz
CEIP Gonzalo Fernández De Córdoba
CEIP Hernán Cortés
CEIP Jovellanos
CEIP La Latina
CEIP Parque Aluche
CEIP Perú (Carabanchel)
CEIP República del Uruguay
CEIP Alcalde de Móstoles
CEIP Nuestra Señora de Lucero